domingo, 30 de noviembre de 2014

Pregón de Adviento 2014

Hombre de hoy

Hombre de hoy,
¿dónde has puesto tus ojos.
dónde tienes tu esperanza?

Hombre de hoy,
¿dónde tienes la meta de tu caminar?
Tienes hambre de todo y nada te sacia.
Tienes, tienes, tienes...
y tu tener no te da felicidad.
Te prometen y sigues decepcionado.

Hombre de hoy,
¡abre los ojos a lo que nos espera!
Mira, por los montes llega un hombre frágil,
sin apariencia especial.
Mezclado con los pescadores
se bautiza como uno de tantos
y nadie reconoce su don.
Sólo el Bautista confiesa:
"Soy yo el que tiene que ser bautizado,
no tú, autor del bautismo".
Este hombre frágil es el brote
que Dios ha sembrado entre los hombres
para que germine el Reino prometido.

Hombre de hoy,
escucha tu sed y tu hambre insaciables
y abre tu corazón a lo nuevo.
Todo lo nuevo está dentro de Él.
No lo busques en tener,
ni lo busques en palabras que sabes que nunca se cumplen.

Hombre de hoy,
escucha tu soledad
y déjate encontrar por Aquel que viene a buscarte
en la fragilidad del silencio,
en la promesa que anuncia:
"Dios quiere al hombre. Hoy se acuerda de ti".
¡NO TE OLVIDES TÚ DE ÉL!
(Bidean)

viernes, 28 de noviembre de 2014

Adviento 2014

El Grupo de Liturgia ofrece unas reseñas para ayudar a comprender y  vivir mejor el Adviento 2014.
Durante estas cuatro semanas iremos compartiendo todo aquello que envuelve a este tiempo de Espera en el Señor Jesús.
Ver documento El Adviento.




miércoles, 26 de noviembre de 2014

Oración semanal (D 1º Adviento Ciclo B)

REVELACIÓN

Hay palabras que anuncian una feliz noticia
y que cantan la música de su presencia,
porque derraman sobre la tierra de los hombres
la benevolencia y el perdón.

Hay gestos que anuncian la feliz noticia
y que muestran su luz y su presencia,
porque construyen la tierra de los hombres
sobre la justicia y la paz.

Hay actos que anuncian la feliz noticia
y muestran su luz y su presencia
porque fundamentan la tierra de los hombres
sobre el derecho y la ternura.

Hay tiempos en que los creyentes se reúnen
para anunciar la feliz noticia celebrando a un Dios
defiitivamente ligado a la tierra de los hombres.

¿Adviento?
Es levantarme para que la Buena Noticia
transite por mis palabras y mis actos.
(Charles Singer, Tierras, p 16)

martes, 18 de noviembre de 2014

Oración semanal (34 T.O.)



SALMO 22

El Señor es mi pastor: nada me falta.

Pocos rastros nos quedan ya, Señor,
de esa cultura agraria,
que nos permitía invocarte como pastor.
Sin embargo, aún nos suena de forma cálida
y percibimos en esa metáfora,
el misterio entrañable de tu Hijo.

Señor, añoro tu guía
y vivo bajo tu guardia.
Busco tu palabra y tu Eucaristía,
como alimentos que me fortalecen
y me dan la fuerza que precisa mi vida.

Aunque mi existir se tiña de tonos oscuros
y sea consciente de mi debilidad,
estoy seguro que tu regazo es para mí la luz
y tus fuertes brazos, la confianza que me falta.

(Antonio Meléndez, Salmos con las manos vacías, p 32)





martes, 11 de noviembre de 2014

Oración semanal (33 T.O.)

ORACIÓN: GRACIAS POR ESTE NUEVO DÍA

Gracias, Señor, por este nuevo día.
Gracias por todos aquéllos que me aman
y que se preocupan por mí.
Gracias por la maravilla de mi ser,
por tus dones de mi mente, cuerpo y corazón.
Gracias por todas las cosas buenas que me dan felicidad
y por las adversidades que me hacen más fuerte.

Ayúdame a sacar lo mejor de cada hora de este día.
Líbrame del miedo, del egoísmo y de la avaricia.
Ayúdame a gozar del amor que recibo,
y a compartir mi amor con corazón alegre y generoso.

Que nadie sufra por mi causa en el día de hoy.
Que nadie pase hambre por mi avaricia.
Que nadie se encuentre solo por mi desentendimiento.
Que mi corazón esté siempre abierto a quienes me necesitan.

Que en el día de hoy crezca en fuerza, jovialidad y amor.
Que busque la verdad, noble y pura.
Que comience y acabe este día en tu presencia,
y que camine a lo largo de mi vida seguro,
puesto que nunca estoy solo.

Gracias por tu amor, por tu presencia, por tu protección.
Gracias por protegerme como a la pupila de tus ojos.

(Joe Mannath, ¡Cómo he has sorprendido! p 141)




sábado, 8 de noviembre de 2014

De madrugada con el Señor

Hace apenas un mes que en nuestra Parroquia comenzamos la iniciativa de hacer de los viernes un día de Adoración del Santísimo. Comenzamos así la mañana con la Eucaristía a las 9.30 horas y después el Santísimo queda expuesto todo el día hasta que a la caída de la tarde, a las 7, tenemos nuestra oración comunitaria y posteriormente la Bendición del Santísimo, cerrando así el día. Aparte de los turnos fijados, son muchas las personas que a lo largo del día hacen un alto en su rutina para hacerle una visita al que es el centro de nuestra vida. Luego se retorna a la actividad diaria con energías renovadas.  
A pesar del poco tiempo que venimos haciéndolo, la verdad es que esta actividad está calando profundamente en muchos de nosotros, que pasamos ya la semana anticipando la llegada del viernes para estar este rato junto a Jesús Sacramentado, y es que el tiempo que pasamos frente al sagrario verdaderamente transforma nuestra vida...

jueves, 6 de noviembre de 2014

¿Qué es orar para *J. Melloni?

Un saludo en el día de mi cumpleaños a mi querida comunidad de Campamento. Curioseando en Internet me he topado con una buena web de la que me he permitido extraer esta reflexión para compartirla con vosotros, amantes de la Oración Contemplativa, y con aquellos que aún no la han practicado pero que tendrán ocasión de experimentarla en cualquier lugar y momento o, por qué no, junto al Santísimo cualquier viernes a partir de las diez de la mañana en nuestra parroquia de La Inmaculada de Campamento.  También os invito a asistir a nuestra Oración Parroquial cada viernes a las 19:00h. Desde aquí os animo a que probéis a sumergiros en las profundidades del Dios-Amor...



"Mi oración se ha ido simplificando con el tiempo. No hay textos. Sólo un rincón en mi habitación y un icono. Allí me recojo en la noche, cuando todo calla. Convocado al Silencio, una Presencia se desvela. Sentado sobre un banquillo, la cercanía del suelo me ‘humilla’, me hace tierra. Necesito este contacto con el principio que me fundamenta, del cual emerge la verticalidad de mi ser como presencia y ofrecimiento. Tomo entonces conciencia del altar de mi cuerpo, copa y ofrenda. Y a través de la respiración me adentro en el movimiento primordial de la vida: inspirando, acojo el don de la existencia que me es dado en este momento; expirando, trato de entregar el mismo don que me está siendo ofrecido. Pero no consiste sólo en tratar de llegar a ser consciente de mi respiración, sino de devenir todo yo respiración como el vehículo más tangible de lo que es el misterio de existir: receptividad y donación. Esto mismo es lo que me introduce en la vida intratrinitaria: acogiendo y entregando, soy llevado al mismo abrazo que se da entre el Padre y el Hijo a través del aire que respiro, imagen del Espíritu.

A veces, a la respiración incorporo una palabra: ‘Señor’, ‘Jesús’, ‘Te amo’,… Palabra que se hace mía al inspirarla y se expande más allá de mí al expirarla, hasta que entra tan adentro, que se hace sustancia de mi ser. Entonces callo del todo".



*Javier Melloni es jesuita y antropólogo. Autor de muchos libros de espiritualidad y actualmente profesor en la Facultad de Teología de Cataluña.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Oración semanal (32 T.O.)

ORACIÓN

¡Oh, Jesús! Ayúdame a esparcir tu fragancia
adondequiera que vaya.
Inunda mi alma de tu espíritu y vida.
Penetra en mi ser y aduéñate de tal manera de mí
que mi vida sea irradiación de la tuya.
Ilumina por mi medio
y toma posesión de mí de tal manera
que cada alma con la que entre en contacto
pueda sentir tu presencia en mí.
Que no me vean a mí, sino a Ti en mí.
Permanece en mí de manera que brille con tu luz
y que mi luz pueda iluminar a los demás.
Toda mi luz vendrá de ti, oh Jesús.
Ni siquiera el rayo más leve será mío.
Tú, por mi medio, iluminarás a los demás.
Pon en mis labios la alabanza que más te agrada,
iluminando a otros a mi alrededor.
Que no te pregone con palabras
sino con el ejemplo de mis actos,
con el destello visible del amor
que de Ti viene a mi corazón.
Amén.

(Cardenal Newman)