Calendario Festividad Todos los Santos y Fieles Difuntos

Al coincidir en fin de semana las festividades de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, se ha establecido el siguiente calendario de misas y actividades:

• Viernes, día 31 octubre:
• No habrá Eucaristía esta mañana porque hay por la tarde
• 10.30-19.00 Exposición y adoración del Santísimo
• 19.00 Oración comunitaria
• 20.00 Eucaristía vísperas de Todos los Santos
• Sábado, día 1 noviembre. Festividad de Todos los Santos:
• 12.00 Eucaristía. Celebración del Envío
• 13.00 Arroz comunitario en el patio de la parroquia
• 20.00 Misa vísperas del día de los Difuntos
• Domingo, día 2 noviembre. Fiesta de los Fieles Difuntos:
• 12.00 Misa de Difuntos

Contamos con vuestra asistencia para todas estas celebraciones.

Oración de la semana ( 31 T.O,) Solemnidad de los Fieles Difuntos

QUIERO MORIR EN LOS BRAZOS DE MARÍA

Quiero morir en los brazos de María

y que ella me presente a mi Redentor,

entonces le veré  cara a cara,

contemplaré a quien es la Luz,

me sumergiré en su amor

para vivir con Él eternamente.

Quiero morir en los brazos de María

y que ella me presente a mi Salvador,

veré cara a cara a quien es la Vida,

pasó el Camino,

me encontré con la Verdad, y mi vida será eterna.

Quiero morir en los brazos de María

y quisiera que toda la Humanidad

hiciera lo mismo,

porque ella es la Puerta del Cielo,

gracias a ella nos hemos encontrado

con el Maestro del Amor.

Muerte y vida, tristeza y alegría,

guerra y paz, noche y día,

oscuridad y luz, todo acontece,

hemos de morir, hemos de vivir,

al final triunfará el amor.

Por eso quiero morir en tus brazos, María,

quiero morir para vivir, morir y alcanzar la gloria

en la Santa Trinidad por toda la eternidad.

Quiero morir en tus brazos, Madre mía.

(Lázaro Albar Marín, Los silbidos de Dios, P.348)

Oración de la semana (30 T.O.)

Oración

Abre nuestros ojos, Señor, para que podamos

verte a Ti en nuestros hermanos y hermanas.

Abre nuestros oídos, Señor, para que podamos

oír las invocaciones de quien tiene hambre, frío,

miedo, y de quien se siente oprimido.

Abre nuestros corazones, Señor, para que

aprendamos a amarnos los unos a los otros como

Tú nos amas.

Danos de nuevo tu Espíritu, oh Señor, para que

nos volvamos un solo corazón y una sola alma

en tu nombre. Amén.

(Madre Teresa, Orar, p 62)

Viernes con el Santísimo

Hoy, viernes, 17 de octubre hemos comenzado en nuestra Parroquia una bonita costumbre que confiamos durará muchos años. Todos los viernes se expondrá el Santísimo después de la Eucaristía de la mañana. Estará expuesto hasta las 7 de la tarde, en que tendremos nuestra Oración Comunitaria, para a continuación recibir la Bendición con el Santísimo y terminar así la jornada a las 8.30 aproximadamente.

Jesús nos invita a todos a visitarle cada viernes. 

Habrá turnos de una hora a lo largo del día, pero si sólo puedes dedicarle unos minutos en algún momento del día, Jesús también te espera a ti.

Oración de la semana (29 T.O.)

SALMO 95

Cantad a los pueblos su gloria,

sus maravillas a todas las naciones.

Cantemos hoy al Señor un cántico nuevo

porque siempre es nueva su acción sobre la tierra.

Nuevas son sus maravillas y salvación

y renovada es su misericordia con nosotros.

¡Grande es el Todopoderoso,

el único Dios sobre la tierra

que se merece nuestro honor y alabanza!

Que te alaben todos los pueblos, Señor,

y los sacerdotes, con sus vestidos sagrados.

Que la tierra entera tiemble ante ti,

que brame el mar y cuanto contiene.

Que te aclamen bosques y árboles,

porque Tú eres nuestro Rey

y traes en tu mano la justicia

para salvar a la humanidad entera.

(Antonio Meléndez, Salmos con las manos vacías, p 106)

Oración de la semana (28 T.O.)

 LA ORACIÓN INCESANTE

El culmen de toda ascensión espiritual es la oración incesante. Quien llega a ella se ha establecido en su morada espiritual. Cuando el Espíritu pone su morada en un hombre, éste ya no puede dejar de orar, ya que el Espíritu ora continuamente dentro de él. No importa si duerme o está despierto, la oración estará siempre trabajando en su corazón. No importa si come o bebe, si descansa o trabaja, el incienso de la oración se prolongará desde su corazón por sí solo. La oración dentro de él ya no estará relacionada con un momento especial, es ininterrumpida. Incluso cuando duerme, su acción continúa, a escondidas, ya que el silencio de un hombre que se ha hecho libre, de por sí ya es una oración. Sus pensamientos se los sugiere Dios, el mínimo impulso de su corazón es como una voz que canta para el invisible en silencio y en secreto.

(Olivier Clément)