QUIERO
Quiero
amarte más
y
tengo miedo de perderte.
Quiero
aprender a cuidarte
y
nunca jamás separarme de ti.
Quiero,
Dios mío, quererte
y
no atino a serte fiel.
Te
quiero y te me escapas,
misterioso,infinito,
tremendo y
fascinante,
como
el agua entre las manos,
pero
me dejas tus huellas.
Estoy
seguro de tu amor,
pero
no sé si tú
seguro
del mío,
tan
a menudo distraído.
Te
recuerdo como te conocí
y
necesito hoy de tu presencia
que
humaniza,recrea y
enamora.
Enséñame
a quererte
a
ti en mis hermanos,
y
en mis hermanos a ti,
Dios
nuestro.
Quiero,
amigo,
ser
tu amigo y servidor,
y
hacer de tu amor
la
razón de mi vida,
Señor,
con
la luna
o
con el sol.
(José
M. Avendaño,
Huellas
de Dios en las afueras de la ciudad,
p 61-62)