CUANDO LA ALEGRÍA INUNDA MI CORAZÓN
Gracias
por haberme dado esta felicidad,
gracias
por hacerme capaz de este éxtasis,
gracias
por la alegría que me cura y me completa.
Gracias
por este anticipo del cielo.
Me
presentaré ante Ti,
en
silenciosa admiración
para
que el torrente de tu amor
me
inunde y rejuvenezca.
Mi
alegría romperá mis reticencias
y
descubrirá al silencioso Dador que da sin medida.
¡Oh,
mi Amor, mi Alegría, mi Felicidad inacabable,
gracias
por la luz de este momento!
Gracias
por derribar las tímidas vallas de mi corazón
con
el amable frescor de tu alegría.
Gracias
por haberme hecho demasiado grande para
este mundo,
y
demasiado pequeño como para que no me olvides.
Eres
mucho más grande que mi corazón,
y
esta alegría que siento,
es
tan sólo una minúscula señal de tu caricia.
¡Acaríciame
de nuevo, y envíame a tu mundo
como
signo y portador de tu alegría!
(Cf.
Joe Mannath, ¡Cómo
me has sorprendido!
p 91)