Resumen segunda sesión de Formación

Ayer hablamos de Comunidad y Comunicación, partiendo de la premisa de que "La dificultad que tenemos para entrar en Comunidad reside en la dificultad que tenemos para comunicarnos". 

El resto del tiempo lo dedicamos a reflexionar sobre los pasos que necesita dar un grupo para convertirse en una auténtica comunidad. Aquí mostramos un gráfico que ilustra este proceso. 

• Falsa comunidad: Por falsa comunidad entendemos la etapa en la que se guarda la compostura, actuándose de una manera superficial que ignora o evita los problemas y diferencias que existen en todo grupo de personas. Esta etapa es inestable y casi de inmediato da lugar a situaciones de caos.
• Caos: Apenas salga a la luz alguna diferencia en la falsa comunidad se entra en una situación de caos; los miembros del grupo se excitan en su deseo de tener razón, de querer dar respuestas válidas, de querer imponer sus puntos de vistas,... Es una etapa de lucha, de poca creatividad, aburrida y desesperanzadora. Pero al mismo tiempo es mejor el caos que seguir fingiendo que "todo va bien".
• Vacío: Para poder seguir avanzando hacia la auténtica comunidad es necesario pasar por una etapa de vacío. Quiere esto decir que cada miembro debe considerar qué barrera nos está impidiendo comunicarnos con los demás desde el corazón. Es decir, de qué miedo, postura, creencia o rasgo de su carácter debemos vaciarnos para poder comunicarnos de una forma más auténtica. El vacío requiere un esfuerzo. Es una muestra de disciplina, el paso más difícil en el proceso de construcción de comunidad. Como cualquier otra disciplina, puede resultar más fácil si uno la convierte en un hábito. Pero aunque sea habitual, es dolorosa, porque requiere una negación del yo y de la necesidad de saber, de controlar, es decir, se trata de un sacrificio. Para abordar este paso necesitamos hacer gala de una gran dosis de humildad y valentía, así como una gran toma de conciencia para descubrir y aceptar que ese rasgo nuestro está afectando negativamente a la comunicación del grupo.

• Auténtica comunidad: A medida que los miembros de la comunidad vamos vaciándonos de todas aquellas cosas que dificultaban la comunicación, vemos surgir poco a poco el Espíritu de Comunidad. Las intervenciones de los presentes van siendo más respetuosas y amorosas. Cada uno interviene no para responder a lo que otra persona ha dicho, sino para aportar su visión personal, que no viene sino a enriquecer el tema que se esté tratando. Comienza a haber una gran transformación  en la forma de comunicarnos y relacionarnos, lo que supone tener ya un trocito del Reino de los cielos aquí en la tierra. 

Para terminar la sesión hicimos una "lectura nueva" de un conocido pasaje del Evangelio de Mateo (Mt 15,21-28), donde vemos cómo Jesús también necesitaba recurrir al buen hábito de vaciarse de sí mismo antes de tomar muchas de sus decisiones. 

A partir del próximo miércoles dedicaremos tiempo a analizar más en detalle las características de la auténtica comunidad y profundizaremos en el tema del vacío, facilitando recursos que nos ayuden a que ese vacío se vaya haciendo una realidad en nuestra comunidad. Hasta entonces. Feliz semana.