domingo, 2 de agosto de 2015

Oración Semanal (D. 19º T.O. Ciclo B)


ORACIÓN: SEMILLA


En nosotros, Señor, como una semilla,

tú depositas cada día la esperanza,

que nos hace discernir en los hechos de cada día

los signos del mundo que vendrá.


En nosotros, como una semilla,

tú depositas cada día el amor

que nos hace trabajar con perseverancia

para que se distribuya la alegría

sin medida en torno nuestro.


En nosotros, como una semilla,

tú depositas cada día la fe

que enciende la luz en nuestra vida

y que nos permite vislumbrar

los rasgos discretos de tu Rostro.


¡En nosotros, como una semilla,

tú depositas tus dones!

Hemos venido juntos,

Señor Dios nuestro,

a darte gracias por esa semilla que has sembrado.


¡Pero es tan pequeña esa semilla!

Es tan fácil que la barra los vendavales de la vida

y que a la semilla le cueste levantarse...

Por eso, Señor,

hemos venido juntos a pedirte:

¡Auméntanos la esperanza,

auméntanos el amor,

auméntanos la fe!


(Cf. Charles Singer, Tierras, p 56)


jueves, 30 de julio de 2015

Oración Semanal ( Domingo 18º T.O. Ciclo B)



 CUANDO LA ALEGRÍA INUNDA MI CORAZÓN


Gracias por haberme dado esta felicidad,

gracias por hacerme capaz de este éxtasis,

gracias por la alegría que me cura y me completa.

Gracias por este anticipo del cielo.


Me presentaré ante Ti,

en silenciosa admiración

para que el torrente de tu amor

me inunde y rejuvenezca.

Mi alegría romperá mis reticencias

y descubrirá al silencioso Dador que da sin medida.



¡Oh, mi Amor, mi Alegría, mi Felicidad inacabable,

gracias por la luz de este momento!

Gracias por derribar las tímidas vallas de mi corazón

con el amable frescor de tu alegría.

Gracias por haberme hecho demasiado grande para 

este mundo,

y demasiado pequeño como para que no me olvides.

Eres mucho más grande que mi corazón,

y esta alegría que siento,

es tan sólo una minúscula señal de tu caricia.


¡Acaríciame de nuevo, y envíame a tu mundo

como signo y portador de tu alegría!


(Cf. Joe Mannath, ¡Cómo me has sorprendido! p 91)



lunes, 20 de julio de 2015

Oración Semanal (Domingo 17 T.O Ciclo B)


 POR LOS QUE SUFREN MÁS QUE YO


Déjame que acoja en mi corazón

a aquéllos que sufren más que yo,

a aquéllos cuyos dolores y necesidades

son mayores que los míos.


Deja que les haga un sitio

de amplio espacio interior,

y cobije el dolor de la enfermedad y de la soledad,

al desesperado y al moribundo.


Dame un corazón tan grande

como el dolor de este mundo,

y una mente abierta al débil y al desvalido.


Que nunca quede absorbido por mi pequeño 

mundo

de forma que me olvide de mi gran familia humana.


Que sepa ver el mundo y a todos los que sufren en él

con tus compasivos ojos,

con esperanza y coraje,

con amor y generosidad,

con un sincero deseo de ayudar a los demás.


Que no cierre mi corazón

a los gritos de los pobres,

al dolor de los oprimidos,

a la agonía de las víctimas desvalidas.


No quiero añadir al peso de este mundo

más carga de odio y de dolor;

quiero ser un manantial de salud y compasión.


Ayúdame a que no me sienta tan agobiado por mi 

casa

que olvide a la humanidad,

o a que no sea tan abstractamente humanitario

que pase de los que están a mi lado.


Ayúdame a recordar que,

por espinosos que sean mis problemas,

siempre habrá quien sufra más que yo.

Por débil que me sienta

siempre tendré suficiente fuerza,

como para confortar a un hermano, o una hermana,

con más necesidad.


Que no utilice mi vida fugaz

para lamentarme de lo poco que me ha 

correspondido,

o del estado del mundo;

sino para conseguir que el amor

llegue a todos aquéllos que sufren más que yo.


Ayúdame a empezar ahora mismo.


(Joe Mannath, ¡Cómo me has sorprendido!, p 70-71)







lunes, 13 de julio de 2015

Oración Semanal (Domingo 16º T.O. Ciclo B)


Salmo 22 , 1-6

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia
me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.




miércoles, 8 de julio de 2015

Oración Semanal ( Domingo 15º T.O. Ciclo B)


UN CORAZÓN ALEGRE


Santa María de corazón alegre:

enséñanos a vivir

la alegría auténtica.

Esa alegría que brota

de un corazón puro.

Esa alegría que nace

del amor a Dios.

Esa alegría que proporciona

la entrega a los demás.

Esa alegría que está

en aceptar la cruz.

Esa alegría que contagias tú,

pues nadie como tú

ha sabido vivir

de "cara a los demás",

de "cara al Amor",

de "cara a Dios".

Santa María, alegría de Dios

y causa de nuestra alegría,

ruega por nosotros

que somos pecadores, amén.


(Francisco Cerro Chaves, Orar con sencillez, p 128)





lunes, 29 de junio de 2015

Oración Semanal ( Domingo 14º T.O. Ciclo B)


 QUIERO


Quiero amarte más

y tengo miedo de perderte.


Quiero aprender a cuidarte

y nunca jamás separarme de ti.


Quiero, Dios mío, quererte

y no atino a serte fiel.

Te quiero y te me escapas,

misterioso,infinito,

tremendo y fascinante,

como el agua entre las manos,

pero me dejas tus huellas.

Estoy seguro de tu amor,

pero no sé si tú

seguro del mío,

tan a menudo distraído.


Te recuerdo como te conocí

y necesito hoy de tu presencia

que humaniza,recrea y enamora.


Enséñame a quererte

a ti en mis hermanos,

y en mis hermanos a ti,

Dios nuestro.


Quiero, amigo,

ser tu amigo y servidor,

y hacer de tu amor

la razón de mi vida,

Señor,

con la luna

o con el sol.

(José M. Avendaño, Huellas de Dios en las afueras de la ciudad, p 61-62)





sábado, 20 de junio de 2015

Oración Semanal (D. 13º T.Ordinario Ciclo B)


ORACIÓN: MI MEJOR TESORO


Yo no te pido, Dios nuestro,

Dios mío, riquezas,

ni la seguridad del dinero, un fantasma,

pues sólo tú eres mi tesoro más buscado y 

encontrado;

mi verdadera seguridad.


Yo no te pido

fáciles asideros para mi vida,

pues sé que tú eres la vida plena,

y estoy cada segundo y milésima de segundo,

siempre en tus manos.


Yo no te pido, Señor,

ni gloria, ni fama,

pues qué más gloria quiero

que ser y vivirme como hijo tuyo,

hermano entre hermanos,

a veces torpemente.


Tampoco te pido grandes saberes,

sino el estar abierto

y ser escuchador de la vida cotidiana,

con la honda sabiduría, de la universidad de la calle

y el evangelio de los pobres;

sólo unas letras para estar al día

y tener el oído del corazón a ti pegado.


Sólo te pido, Dios nuestro,

un corazón sencillo fiel a tu palabra

y amigo de tu amistad.


Sólo te pido, vivir como compañero de mi pueblo,

nuestro pueblo.

Atento a discernir el bien del mal,

la justicia de la opresión,

la luz de los enredos de la tiniebla,

la paz de la retorcida violencia,

el amor de los falsos quereles.


Sólo te pido, Dios nuestro,

que no se enfríe mi amor,

que los más débiles me encuentren próximo,

y que tú siempre seas mi mejor tesoro.


(José Mª Avendaño, Huellas de Dios en las afueras de la ciudad, p 129s)