martes, 31 de marzo de 2015

La Semana Santa

La Semana Santa es la semana más importante del calendario litúrgico, que culmina con el Triduo Pascual, días en que contemplamos los Sagrados Misterios, que recogen la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
En estos links encontrarán un poco de información que nos ayudará a contemplar estas celebraciones de forma más íntima. 


lunes, 23 de marzo de 2015

Domingo de Ramos

DOMINGO DE RAMOS, PAZ Y BENDICIÓN

Mirad como cantan los niños hebreos,
mirad sus gritos de júbilo:
"¡Hosanna al hijo de David,
bendito el que viene en el nombre del Señor!"

Se abren las puertas de Jerusalén para recibirlo,
pero ¿se abrirán las puertas de tu corazón 
para acogerlo?

Este Domingo de Ramos el Rey de la Gloria
quiere entrar muy dentro de tu corazón,
quiere que vivas la Pascua con Él.
Escucha los cantos de los niños,
en sus manos cimbrean
palmas y ramos de olivos.

Allí va Jesús, sentado sobre un asno,
cargando con el peso de nuestros pecados,
en su rostro se refleja la humildad
de quien desea ardientemente
entregar su vida.
Palmas y olivos, victoria y paz,
la victoria del triunfo sobre la muerte,
la paz que quiere alcanzar
a todos los corazones.

Ya se acerca mi Señor,
me ha mirado fijamente,
ha encendido mi corazón,
me ha llamado para que le siga.

Te seguiré, Señor,
aunque no tengas donde reclinar tu cabeza,
te seguiré más allá de mis posibilidades
porque tú vas por delante.

Viviré tu Pasión,
miraré a tu Madre y haré lo que ella me diga.
Sí, Jesús, quiero entrar contigo,
por las puertas de Jerusalén, 
por las puertas de la Pasión,
ser pisado como la uva
para dar vino de salvación,
y así salir santificado anunciando la paz,
anunciando la liberación.

Domingo de Ramos, sea un canto a la paz,
un canto de humildad a la victoria del amor.
Domingo de Ramos, sea una bendición.

(Lázaro Albar Marín, Los silbidos de Dios P.174-175)




martes, 17 de marzo de 2015

Oración Semanal (Domingo 5º de Cuaresma Ciclo B)


ORACIÓN

Concédeme la sabiduría
de encontrar la paz en medio de mi trabajo,
la felicidad en medio del estrés,
el humor en medio de la tensión,
y que no pierda de vista tu amor por mí.

Yo sé que Tú estás pensando en mí en cada momento
y que no puedo desaparecer de tu vista.
Dirige mi corazón y mis pasos
de forma que te ame y te sirva en todo lo que haga.

Que mi esfuerzo por conseguir más y más
no pierda de vista
lo único esencial e imprescindible.

Ayúdame a recordar
que puedo hacer más en cinco minutos de calma
que en cinco horas de impaciencia.

Me inclino ante tu presencia,
y termino el día en paz;
porque Tú estás siempre a mi lado,
y nada es para Ti ni demasiado pequeño ni demasiado difícil.


(Cf. Joe Mannath, ¡Cómo me has sorprendido! )




martes, 10 de marzo de 2015

Oración Semanal (D 4º Cuaresma Ciclo B)


ORACIÓN: ¡SI POR LO MENOS TUVIERA FE!


Desde lo profundo de mi pequeño y confuso ser,
te grito pidiéndote fe:
por una visión que dé sentido a mi vida,
por una mano que guíe y dirija mis pasos,
por un hogar donde me sienta completamente acogido.
Te ofrezco mis dudas, mis interrogantes, mis respuestas,
las múltiples opiniones que he escuchado,
los conflictivos reclamos a la lealtad
y, sobre todo, mi silencio.

Que te encuentre en mi silencio;
que mis palabras no consigan ahogar tu voz.
Te busco en mis palabras y en mis silencios.
Y Tú me sigues esperando,
tanto cuanto mi mente trabaja,
como cuando descansa.

Me has sacado fuera de mí
y has puesto mis pies en dirección hacia Ti.
Sólo descansaré cuando te encuentre,
mi origen, mi fin,
mi Dios sin nombre ni rostro.
Manténme abierto a encontrarte
allá donde menos me lo espere.



(Cf. Joe Mannath, ¡Cómo me has sorprendido! p 87)





lunes, 9 de marzo de 2015

¿Qué es la Cuaresma?

En este artículo encontraréis información sobre el sentido de la Cuaresma y cómo se ha ido desarrollando a través de los siglos para llegar a ser lo que hoy día es en nuestra liturgia.

martes, 3 de marzo de 2015

Oración Semanal (D 3º de Cuaresma Ciclo B)


¡OH, MI DIOS!

¡Oh, mi Dios! Comprendí que tú me amabas
con un amor infinito, con un amor inmenso
que renovaba todo mi espíritu.
¡Oh, mi Dios! Quise escalar hacia lo más alto
hasta alcanzar tu alegría en mí,
y empecé a subir sin desfallecer,
tu Espíritu me acompañaba.
¡Oh, mi Dios!
Crea en mí una fuente de amor y de perdón,
para que pueda dar de beber a los sedientos,
dar de beber a los que no te conocen,
a los que te buscan y no te encuentran.
¡Oh, mi Dios! Cuaresma,
la limosna, el ayuno y la oración,
me acompañen siempre
y me lleven a tu Reino,
fiesta alegre y de continuo amor.
¡Oh, mi Dios! Tú eres mi Dios, eres mi Dios.


(Lázaro Albar Marín, Los silbidos de Dios, p 173)