martes, 18 de noviembre de 2014

Oración semanal (34 T.O.)



SALMO 22

El Señor es mi pastor: nada me falta.

Pocos rastros nos quedan ya, Señor,
de esa cultura agraria,
que nos permitía invocarte como pastor.
Sin embargo, aún nos suena de forma cálida
y percibimos en esa metáfora,
el misterio entrañable de tu Hijo.

Señor, añoro tu guía
y vivo bajo tu guardia.
Busco tu palabra y tu Eucaristía,
como alimentos que me fortalecen
y me dan la fuerza que precisa mi vida.

Aunque mi existir se tiña de tonos oscuros
y sea consciente de mi debilidad,
estoy seguro que tu regazo es para mí la luz
y tus fuertes brazos, la confianza que me falta.

(Antonio Meléndez, Salmos con las manos vacías, p 32)





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